Los conflictos religiosos que surgieron en Europa tras la reforma continuaron hasta el siglo XVII (17). La guerra de los Treinta Años empezó en 1618 como una preotesta de los nobles protestantes de Bohemia (ahora parte de la República Checa) contra sus soberanos católicos, los sacros emperadores romanos.

2. La Guerra de los Treinta Años
Los nobles de Bohemia eligieron como rey al protestante Federico de Bohemia. En el año 1619, Fernando II, miembro de la poderosa familia de los Habsburgo, se convirtió en el nuevo sacro emperador romano. Decidido a reimplantar el catolicismo en su imperio, Fernando envió su ejército a Bohemia.
En 1620 el ejército de Fernando ya había obligado a Federico y a su familia a huir de los Países Bajos. El catolicismo pasó a ser la única forma del cristianismo permitida en Bohemia. Un año después, España, también gobernada por los Habsburgo, se unió a la guerra en el bando del Sacro Imperio Romano y envió tropas a luchar contra los protestantes holandeses, que en 1625 pidieron ayuda a Dinamarca e Inglaterra. Muchos soldados ingleses urieron, pero no a causa de heridas de guerra, sino a causa de la peste. Y en 1629 las tropas de los Habsburgo también habían derrotado a los daneses.
El rey protestante Gustavo Adolfo II de Suecia llevó a su país a la guerra contra España y el Sacro Imperio Romano en 1630. Obtuvo victorias en Sajonia, en Breitenfeld en 1631 y en Lützen en 1632, pero depués de la batalla de Lützen lo mataron. Dos años después Suecia se retiró de la guerra.
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Imagen del Sacro Imperio Romano en el año 600 d.C. |